Corrientes
Porque tú y yo somos arroyos,
frescos y transparentes,
que aunque siempre ríos,
nunca llevamos las mismas aguas.
Nosotros, que fluímos
desde fuentes de picos opuestos.
Nosotros, que aun no nos sabemos,
tan desconocidos y tan mediatos.
Que oigo tu fluir, a veces cercano
confundiendo tus afluentes con los míos,
esperando que se mezclen traviesos
formando alboroto y jarana.
Pero una vez más,
como en cada piedra, en cada salto,
pierdo el murmullo de tu espuma
y desapareces tras la espesura.
Por ello, mientras cabalgo ladera abajo,
me distraigo con la mano asustona,
que me toca y no se atreve a nadarme.
Esa muchedumbre desdeñosa
que se moja en nuestras orillas,
cuando la solana aprieta, tan solo.
Que de pronto ya no oigo sus risas
porque se alejaron en un descuido.
Así que me olvido de sus caras.
Y me deshago sin más
de sus cosquillas y sus chapaleos.
Y entre todo este bullicio,
que también es vida,
sigo fluyendo y me derramo con fuerza.
Porque sé que me esperas tú.
Que desembocaremos en las mismas costas
y ya dejaremos esta carrera que nos muere
para flotar juntos en los Siete Mares.
Entonces giraremos en espiral
y recorreremos el mundo de la mano,
tal y como siempre soñamos
desde que pegamos el salto
en aquellos picos opuestos.
Banda sonora: The Sunny Street - Cyclists
4 comentarios
rodri -
xiaoisa -
Rachanix -
la guera frijolera -
solo queria mandarte un saludito desde estas tierras. Espero estes feichang hao!
muchos besos