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365 Days at Peking

Libertad: un lujo que no todos pueden permitirse

Libertad: un lujo que no todos pueden permitirse

 

Como dijo en algún momento Truman Capote, "es imposible que un hombre que goza de libertad imagine lo que representa estar privado de ella". Probablemente la mayoría de nosotros nos sabemos libres para hacer y deshacer a nuestro antojo, mientras que nuestros actos no afecten a la libertad o el bienestar de nuestro entorno. Sin embargo, el concepto "libertad" puede tornarse equívoco cuando algunas personas no llegan a ser conscientes de que otros disfrutan de unas libertades que uno desconoce. Y me imagino que este debe ser un poco el caso de los chinos.

Estos planteamientos me vienen a la cabeza cada vez que leo en prensa alguna noticia que tiene que ver con la ampliación o restricción de las libertades de este país. Para la mentalidad occidental, sería impensable que el Estado nos dijera cuantos miembros debería tener nuestra familia (Ley del único hijo), cuán largo podemos llevar el pelo mientras somos colegiales, los sitios en la red que podemos visitar o a que lugares podríamos irnos de vacaciones (Destinos Aprobados para Viajes Turísticos). Éstos son solo algunos ejemplos de cosas que suceden en China y de las que uno solo se da cuenta cuando vive aquí. El Estado está demasiado presente en la intimidad de estas personas, algo que para nosotros es totalmente incomprensible.

La última noticia que me encuentro en los periódicos es referente al Programa "Approved Destination Status (ADS)" que comenzó en 1995. Acuerdos que China firma bilateralmente con otros países, para permitir a sus ciudadanos visitar, en grupo, estos destinos de una forma ordenada y controlada. A partir de hoy, los chinos (recalco, en grupo) podrán planear también sus vacaciones en Argentina, Venezuela, Uganda, Bangladesh y... Andorra. 129 países poseen ya este status y por ahora 89 de ellos reciben turistas chinos.

A modo de ejemplo, solo desde el año pasado Estados Unidos es destino aprobado, y aun así, cada turista tiene que depositar una fianza de 12.000 dólares para viajar al país, cantidad que les es devuelta a su regreso a China. España y demás países pertenecientes a la Unión Europea, fueron aprobados en 2004.

Si un ciudadano chino quiere viajar a cualquier país no incluido en la lista de aprobados y/o desea hacerlo de forma individual, solo puede hacerlo con un visado de negocios, de estudios o de visita familiar, cuyo proceso de obtención es largo y burocrático y cuya solicitud puede ser fácilmente rechazada. Por supuesto, las visas están restringidas a un itinerario que debe ser especificado de antemano.

Pero esta restricción a la movilidad no se da solo a la hora de salir fuera de China. La movilidad interna también es dificil, algo que ya explicaba en un post anterior.

Así que cada vez que leo alguna noticia referente a lo que otros no pueden disfrutar, no puedo más que pensar que quizás deberíamos darle más importancia a las cosas que tenemos y tratarlas como pequeños tesoros, pues uno nunca sabe si algun día acabarán volando.

 

 

* zì yóu; libertad; freedom; libertà; liberté; liberdade; freiheit; свобода.

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