Tribulaciones Bovarísticas
Porque en eso se ha resumido nuestro fin de semana
en Chengdu. Dieciocho horas de conversación
ininterrumpida que nos hacen ver que las cosas
tienen más sentido si se dicen en voz alta.
Conversaciones que comienzan en el desayuno y
acaban de madrugada en el mismo lugar con unas
copas de vino local.
Dieciocho horas de individualidad, idealización,
insatisfacciones, exaltación, oportunidades,
coordinación, paralelismos, huidas, reencuentros,
decepciones y pasa el tiempo... tranquilidad, azar,
destino, esperanza, esperas, indecisiones, sexo,
amor, odio, olvido, indiferencia, melancolía.
Respiramos, sonreimos y nos miramos con la
consciencia de que se nos abrió una puerta y no
escuchamos el portazo de la que teníamos detrás.
Entre medio, conducir un taxi por las calles de la ciudad, pandas, paseos y almuerzo eterno en un restaurante cualquiera.
2 comentarios
Qalamana -
A mí también me gustan las noches en vela conversando, conversando :) y RB también me gusta mucho...
Besos!
ines_yining -
ya te digo si se ha abierto una compuerta, la de una presa..que grandes somos nena!! no puedo parar de repetir y repetirme lo maravilloso q ha sido el encuentro joder.yo tb sigo sumergida
millones de besos linda