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365 Days at Peking

Life is Too Short to Drink Bad Wine

22 de Noviembre de 2005 (Hong Kong)

 

 

Anoche tuvimos otra de esas noches memorables en Club 71, esas noches en las que realmente me alegro de estar todavía en Hong Kong.

 

Una persona que siempre está alli, fumando en pipa y bebiendo litros de cerveza inglesa importada, es nuestro amigo John Fung. John es fotógrafo. Además de sacar fotos ha sido un poco de todo, protagonista en una coproducción hongkonesa-coreana que el denomina como “porn-horror movie”, diseñador de lámparas, dueño de un restaurante en el que no había menú, ni tan siquiera cocinero (había turnos entre sus amigos para cocinar)... Todo eso “when my hair was still black”, nos decía. John tiene 48 años, nació en Madagascar pero es chino.

 

Nada más sentarse en nuestra mesa, que hasta el momento compartíamos F. y yo solamente, nos dijo que había tenido una “serious talk” con su madre. Lo primero que se me vino a la cabeza fue que su madre debía ser muy mayor... John va a cubrir un reportaje en India acerca del Centro de Meditación Internacional Osho, un resort de cinco estrellas que ellos mismos definen como un “exuberante campus donde puedes aprender el arte de la relajación y gozar de la compañía de visitantes de todas las edades provenientes de más de 100 países. Pero, esencialmente, éste es un lugar para encontrarte contigo mismo”. Me pasó una revista de Osho y la estuve ojeando.

 

Su madre, evidentemente de avanzada edad, se preocupa por él y no entendía por qué su hijo tenía que irse tan lejos para trabajar. John nos explicaba que siempre ha tenido estas charlas con su madre y no entiende por qué las personas mayores han parado de aprender y de avanzar al mismo ritmo que la sociedad impone. “Quizás porque los cambios han sido demasiado rápidos para ellos. Los más jóvenes hemos crecido con la constante evolución y es algo natural en nosotros” respondí.

 

JOHN: But nothing lasts. You have to move on. Nothing lasts. Look, you see, one minute ago your beer was at this point, now the level has descent and this beer is now part of your body. Is not into your glass anymore. Nothing lasts.

F. (apuntillando): Actually, is now part of her belly…

JOHN: Nothing lasts. For example, this cat is now here, but he’s moving, he’s leaving, he’s not here anymore. Nothing lasts.

 

A mi me pareció estar delante de un filósofo místico. Supongo que lo veía así porque es chino y como tal, me parece que sus palabras tienen más sentido. A la misma vez, yo ojeaba algunos párrafos de la revista Osho y los leí en voz alta. Buscaba una opinión: “What do you mean when you say I love you?”. ¿Qué pretendemos decir con un te quiero? Entonces ninguno contestó y me devolvieron la pregunta. Me quedé pensando unos segundos porque realmente nunca me había planteado que es lo que pretendía decir, cual era el trasfondo y si realmente había uno. “When you say I love you, you intend to communicate you care about the person you are with and probably you are looking for this person takes care of you as well”

 

Sin embargo hubo opiniones contrapuestas y durante un buen rato estuvimos hablando del amor y de la química entre las personas. La cuestión es que, a cierto punto, John afirmó estar disfrutando de esta conversación, que era un tema del que se hablaba tan poco... “¿El amor?” dijo F. “Pero si no paramos nunca de hablar de lo mismo!.... sobre todo aquí en Hong Kong”. Y era verdad. Pero la cuestión es que los chinos son más reservados en ese aspecto. John nos decía que él nunca habla de estos temas cuando está con sus amigos. Habla de trabajo, de economía, de arte, de comida... pero nunca del amor ni de las relaciones.“Because you are afraid of showing weakness” respondí.

 

¿Es eso cierto? ¿Demostrar sentimientos y hablar de ellos nos hace más débiles ante otras personas? John siguió argumentando y puso el ejemplo de los japoneses. Ellos nunca dicen te quiero. Dice que lo hacen porque son pudorosos y modestos. Yo creo que es porque son unos miedicas. Sí, se mueren de miedo. No sé si porque no quieren demostrar su debilidad ante la persona amada, porque se sienten ridículos al decirlo o porque no quieren descargar sobre la persona que aman, la responsabilidad de corresponder con el mismo amor.


“Ridículous?”. “Sí, ridículo. Uno puede sentirse ridículo diciendo que ama a otra persona por la manera en que la otra persona recibe tu mensaje y responde ante él”. Y entonces John pareció estar finalmente de acuerdo y soltó una frase de Joan Baez que decía algo así como “I don’t want to say I love you because I don’t wanna feel embarrassed... la,la,la”. Y la noche transcurrió entre amigos que se unieron a nosotros, risas y cervezas. Sin embargo las palabras de John se me quedaron dentro: “Nothing lasts, nothing lasts...” y sobre todo otra frase que surgió en mitad de nuestra conversación y que le dije que utilizaría en alguna ocasión, porque es tal y como pienso yo en este momento de mi vida:

“Life is too short to drink bad wine”

Y es verdad. Así que aunque vivir errabundo a 15.000 Km de casa suponga estar alejado de tu familia, que te quiere y a la vez te necesita; aunque suponga una relación menos intensa con los amigos de siempre; aunque suponga un temor continuo a que tu posible vida en España nunca vuelva a ser igual; aunque tus relaciones amorosas duren menos que un caramelo en la puerta de un colegio; aunque suponga ir abandonando lugares y gente a/con las que aprendes a querer; aunque suponga empezar demasiadas veces de cero para una sola vida y suponga por tanto sentirse solo muchas veces... prefiero todo esto a la comodidad y la seguridad de una vida hacedera y aburrida.


Porque la vida continua. Nada perdura. Todo cambia, incluso aunque tú te empeñes en permanecer en el mismo sitio, en mantener tu alrededor inmutable. Nada perdura.


Por eso quiero vivir como en el momento de mi muerte pueda pensar que querría haber vivido. Quiero sentir que estoy viviendo y aprendiendo. Quiero seguir conociendo gente maravillosa, sitios maravillosos. Quiero que mi vida sea una aventura. Y si lo pienso con fuerza, probablemente algún día se haga realidad. Nothing lasts. Life is too short to drink bad wine.


Thank you John.

1 comentario

jorge -

Hola
pasaba por aquí y seguía conociéndote un poquito más.Espero que no te moleste.Estoy totalmennte de acuerdo,pero,supongo que con esta convicción con la que hablas,y viendo que has regresado a tu HOGAR, ¿no piensas ahora que fuiste una víctima del desarraigo en un momento de tu vida porque en realidad huías o buscabas algo/a alguién?
Me gustaría que me contestaras aunque sea mal
Cuídate