Manual para principiantes
Para todo aquel recién llegado a territorio chino o esté a punto de hacerlo, ya sea como turista o como expatriado, y que crea que lidiar con los chinos es pan comido, ahi van algunos consejos que le harán parecer como si llevara la tira viviendo en este pais.
1. No intente hacer uso de su caballerosidad cediendo el paso a los chinos. Ninguno de ellos se lo cederá a usted y probablemente reciba codazos y empujones por quedarse esperando en el quicio de la puerta interrumpiendo su paso.
2. Cuando camine por la ACERA, hágalo siempre a una velocidad constante y nunca cambie de dirección brúscamente. De lo contrario corre el riesgo de ser atropellado por detrás por una bicicleta, una bicimoto, una moto o incluso un motocarro.
3. No pretenda creerse el más suertudo cuando en hora punta encuentre sitio en el andén del metro invadido por cientos de personas. Si el espacio está vacío es porque cuando el tren pare, usted se encontrará con la conexión entre vagones. Y ya será demasiado tarde para avalanzarse sobre una de las puertas.
4. En un restaurante, no pretenda cambiar tan fácilmente el acompañamiento de sus menús: patatas por arroz o ketchup por mostaza. Probablemente el chino en cuestión sufra un cortocircuito que hará que usted pierda gran parte de su hora para comer reglamentaria. Ellos NUNCA entenderán por qué quiere cambiar algo de su menú.
5. Cuando en invierno pida agua en cualquier sitio, no espere más que se la traigan hirviendo. Si usted la pide fría, entrarán de nuevo en cortocircuito. Con el frío que hace fuera, vamos hombre!...
6. No crea que los gusanos o los escorpiones ensartados en pinchitos y a la parrilla son una delicatessen china: eso aquí y en Tumbuctú, es una guarrada.
7. Si alguien intenta venderle un par de Adidas por 2.000 de las antiguas pesetas, no crea que se está llevando una ganga. Lo que le están es timando.
8. Salga de los ascensores con arrojo. De lo contrario tenga por seguro que la masa entrante no le dejará nunca poner un pie fuera.
9. A la hora de cruzar la calle, jamás salte al paso de cebra esperando que los coches paren. Ellos NUNCA lo harán y usted corre el riesgo de acabar debajo de sus ruedas. Péguese a un autóctono y siga sus movimientos.
10. Y no crea que por ponerse a la cola usted llegará tarde o temprano a la ventanilla. Lo más seguro es que los chinos se le cuelen hasta por debajo de las piernas.
3 comentarios
giovas -
Chiquitín -
ana -